La queja “todos los hombres sois iguales” es muy repetida entre mujeres que han tenido alguna que otra mala experiencia en sus relaciones con hombres. Con esa queja las mujeres suelen querer transmitir algo así como que a los hombres solo los interesa el sexo, que son desordenados, poco emocionales, egoístas y agresivos, quejicas, que se pasan el día viendo estúpidos partidos de fútbol en lugar de invitarlas a cenar… y algunos otros defectos que las mujeres les suelen atribuir a los hombres. Lo cierto es que me he dado cuenta que hay mujeres que los atribuyen defectos de todo tipo a los hombres, como una forma de proyectar sobre el otro problemas que son de ellas, sean que son neuróticas, que son poco inteligentes, que solo se fijan en ellas los peores hombres porque los más interesantes no las ven como lo suficientemente atractivas… Y es que hay personas que siempre intentan proyectar sus limitaciones sobre los demás, son personas que por ejemplo, si son poco inteligentes, en el trabajo siempre le echarán la culpa de sus meteduras de pata a los compañeros. Las mujeres, como buenos humanos, son variadas, y las hay más inteligente y menos inteligentes. Pero verdaderamente a veces hasta las mujeres inteligentes dicen eso de “todos los hombres sois iguales” cuando han tenido algún desengaño amoroso con un tío. Quizás esta mujer inteligente se ha encontrado con el típico tío que hecha un “polvo mágico”, o sea, un polvo que primero lo hechas, y luego desapareces… (chiste malo…). ¿Por qué hizo esto ese tío que parecía interesante? Pues por que en el fondo no le gustaba la tía, al menos para algo serio. Como no le gustaba, pues la usó para divertirse un poco y luego la apartó de su vida. Y es que las relaciones entre hombres y mujeres pueden ser muy complicadas. En este artículo, nos preguntamos si es verdad que todos los hombres son (o somos) iguales.
Feminismo y timidez
Todo esto del machismo y del feminismo es muy complicado, tanto que yo mismo he recibido críticas de sectores “feministas” (eso sí: mujeres sin estudios de filosofía y feminismo, que sería un poco como si un butanero critica un tratamiento con antivirales…). ¿Y por qué me han criticado alguna vez las feministas sin título de feminismo? Pues porque yo en mi intento de hacer recuperar a los hombres tímidos su “esencia masculina”, los he exigido una actitud más “echada para adelante”, más valiente y decidida con las mujeres, que tomen más la iniciativa, vamos…
Y es que las personas tímidas tienen siempre ese gran problema: son muy cortados, nunca toma la iniciativa, se decepcionan mucho si alguna chica los rechaza,
y ya apenas vuelven a intentar nada, y casi al final, exigen ellos, los hombres tímidos, que sean ellas las que den el primer paso, al final van a la discoteca y esperar allí a que ellas lo entren a él, porque él ha oído que los hombres y las mujeres somos iguales y por tanto, él que no tiene coraje para intentar nada con una mujer por si lo rechaza, exige a ellas que sean ellas iguales y que por tanto, sean ellas las que den el primer paso.
En mi intento por hacer que estos tímidos sean más valientes, más decididos, que no le tengan tanto miedo al rechazo, y que por tanto no le tengan tanto miedo a los acercamientos a mujeres, yo he ido moldeando una mentalidad masculina y decidida, que le puede venir muy bien a estos hombres tímidos. Siempre digo cosas como que “afrontar el rechazo de una mujer forma parte del oficio de ser hombre”, y cosas similares que intentan cambiar la mentalidad del hombre tímido para que no sea tan cortado, no sólo con las mujeres: si no con todo el mundo.
El otro día, Kiko Rivera (Paquirrín, vamos…) dijo en una entrevista una frase que también ha sido muy criticada por ser supuestamente machista. Dijo algo así como:
” un hombre tiene que ser él el que valla a por una mujer. Si la mujer viene a por ti, mala señal…”.
La frase quiere decir que las mujeres mejores siempre tienen candidatos a su corazón detrás de ellas. Pero las peores no, y por eso estas peores a veces pueden ser ellas las que vallan a por los tíos como una forma de animarlos a que se queden con lo menos bueno. ¿Es verdad esto? Pues según: la mujer es activa en el coqueteo y en ligoteo. Ella se puede interesar por un chico exactamente igual que un chico se puede interesar por una chica. Pero la “actividad” de una mujer es distinta a la del hombre: él suele ser el que más empeño pone en forzar encuentros; él suele ser el más activo al buscar; él suele ser el que tiene que dar los primeros pasos para iniciar la amistad con la chica, y luego para intentar iniciar poco a poco una relación de algo más. Y ellas son activas también en este proceso, pero una actividad más “pasiva” por decirlo así. Digamos que ellas se pueden dejar llevar, o simplemente, ellas favorecen el surgimiento de este acercamiento entre ellas y el chico, con indirectas, con movimientos dirigidos hacia el chico, con cierta sumisión y aceptación ante los deseos del chico de que haya encuentros entre los dos para tomar algo o lo que sea.
A veces, las mujeres también mandan pequeñas indirectas y pequeñas señales como una forma de hacerte saber que la gustas. Pero a veces ni eso, y por lo que parece, es el tío el que tiene que dar esos pasos fundamentales, porque si no pocas se suelen lanzar. Esto no es ser machista: simplemente son diferencias biológicas evolutivas entre hombres y mujeres. Por supuesto que los peores sueldos que suelen tener las mujeres haciendo el mismo trabajo que los hombres, eso sí es machismo y se debe de combatir con una cultura más justa.
Diferencias entre hombres y mujeres
Las diferencias entre hombres y mujeres vienen motivadas por diferencias biológicas. Los hombres tienen los cromosomas sexuales XY y las mujeres tienen los cromosoma sexuales XX. Esto nos hace ser como somos, y es la diferencia más básica de la que se deriva todas esas evidentes distinciones entre hombres y mujeres. Esos genes no se expresan en un ámbito abstracto: se expresan en una cultura determinada, y esto quiere decir que por tener unos genes u otros no todo está ya ganado o perdido. La cultura y el aprendizaje es muy importante. Por eso mismo yo escribí mi libro “Los Pilares de la Seducción“, como una forma de usar la cultura para llevar a nuestra personalidad y a nuestro yo a su máxima expresión.
Pero estas diferencias puramente biológicas tienen sorprendentes resultados. Estos resultados vuelven a ser polémicos. En resumen, hay quien dice que los hombres tienden a irse a los extremos, o sea: o son muy listos o son muy tontos. Y que las mujeres se quedan más por el medio y no se van tanto a los extremos. Esta teoría se basa en la diferencia de los cromosomas masculinos o femeninos. Como la mujer tiene dos cromosomas X (XX), pues si algo falla en ese cromosoma X, pues la mujer tiene otro cromosoma X para repararlo. Es como si nosotros llevamos a un examen un bolígrafo de reserva por si falla el primero. En cambio, como los hombres tienen un cromosoma X y otro Y (XY), pues si algo falla no hay forma de repararlo porque la información ahí no está duplicada, es como si no tuviésemos copia de seguridad por si se nos estropea el ordenador.
Pero que el hombre tenga dos cromosomas distintos (XY), tiene algo bueno, porque no todo iba a ser malo. Digamos que las probabilidades combinatorias de los genes contenidos en los cromosomas sexuales del hombre son mayores por que los hombres tienen más variedad genética. O sea, si tenemos dos grupos de letras y ambos grupos son iguales el uno al otro (a, b) y (a, b), podremos combinarlos de formas menos variadas que si tenemos un grupo de letras y un grupo de números (a, b) y (1, 2).
Al final, ellos tienen lo positivo de que tienen un arsenal genético con muchas posibilidades de combinatoria. Pero ellas tienen lo positivo que si les falla un gen de uno de los cromosomas sexuales X, pueden repararlo con el otro. Los hombres no pueden reparar el X con el X porque sólo tienen un X. Y a cambio ellos tienen más variedad en sus genes. Esto tiene consecuencias interesantes: en los centros de disminuidos psíquicos, siempre, y en todas las culturas del mundo, ha habido un 30% más de hombres que de mujeres. Y es por eso que decimos: ellas tienen copia de seguridad y si algo sale mal, se puede reparar al menos en cierta medida. Vamos, que nada más falso eso de que “todos los hombres son iguales”.
Conclusión sobre ¿es verdad que todos los hombres son iguales?
Como hombres y como mujeres tenemos cosas que son parecidos a los demás; y cosas más específicas y “especiales”. No hay nadie normal, la especie humana es muy variada, en aspecto, en comportamiento… Hay personas más brillantes y más atractivas; y otras menos brillantes y menos atractivos. A veces el atractivo no es muy objetivo, y mujeres u hombres impresionantes pueden haber sido rechazados por tontos que no sabían apreciar lo bueno. Pero de media los hombres y mujeres atractivos gustan mucho y gustan a casi todos. No hay que ir poniendo a parir al otro sexo por que hallamos tenido un rechazo, o porque nos hayan engañado, o por que nos hallamos llevado un disgusto en una relación. Eso sólo ha sido un hombre o una mujer concreto. Pero hay muchos otros que pueden ser muy distintos. Los hombres y las mujeres tienen ciertas diferencias biológicas que se traducen en diferencias de comportamiento. Y a ellos les corresponde ser un poco más decididos a la hora de ir a por ellas. Esto no es machismo, ni significa que la mujer no sea activa en el proceso de cortejo (ya hemos dicho que ellas también son activas, pero una actividad distinta a la de ellos). Machismo son las diferencias de sueldo y de bienestar entre hombres y mujeres. Esas diferencias se han combatido con la teoría del feminismo desde hace ya más de dos siglos. En nuestra sociedad, educados por la televisión en vez de por los maestros, confundimos conceptos, y por eso es conveniente aclararlos como una forma de ayuda para entender nuestros conflictos internos como hombres o como mujeres. Para ayudar a resolver estos conflictos internos, recomendamos el Coach de Erik360.
